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PARQUES NACIONALES Y MONUMENTOS NATURALES DE LA REGION

Elaborado por: Francisco Herrera M.

Septiembre 1994

Los Estados Bolívar y Amazonas cuentan con seis Parques Nacionales, tres de ellos encabezan la lista de los más grandes de Venezuela (Parima-Tapirapecó, Canaima y Serranía La Neblina), además de los Monumentos Naturales Autana, Piedra del Cocuy y las cumbres de los principales tepuyes, que en conjunto constituyen casi el 10% de la superficie del territorio nacional.

Estas áreas han sido decretadas bajo estas figuras para proteger importantes recursos y ecosistemas, en muchos casos únicos en el mundo y de los cuales somos responsables. Existen extensas regiones poco conocidas de las cuales sólo se tiene un conocimiento muy somero y que además son fundamentales para el equilibrio ecológico de nuestro planeta, por lo que debemos garantizar su perpetuidad para el beneficio de la humanidad.

Los Parques Nacionales de la región son (fotos de cada uno, en lo posible):

P.N.Canaima: presenta dos impresionantes ambientes como son las extensas selvas y la Gran Sabana; ambientes interrumpidos por enormes torres o macizos de arenisca como son los tepuyes. En este parque se protegen importantes elementos de nuestra fauna, flora y geomorfología, además de garantizarse el suministro de agua al Complejo Hidroeléctrico del Caroní, sin duda alguna vital en el desarrollo del país.

P.N.Jaua-Sarisariñama: está ubicado al suroeste del Edo. Bolívar y fue decretado en 1978 para proteger las primeras simas en areniscas encontradas en la región de los tepuyes y, en la actualidad de las más grandes de Venezuela, alcanzando profundidades próximas a los 350 m. Además en la cumbre de estos macizos se encuentra una vegetación muy densa e interesante por los endemismos presentes.

P.N.Serranía La Neblina: también fue decretado en 1978 y se encuentra en el extremo sur del país. El amplio gradiente altitudinal favorece la existencia de diversos ecosistemas. El Parque protege desde las tierras bajas a 100 m.s.n.m. hasta el pico La Neblina a 3.040 m.s.n.m. Este pico representa la mayor altura de Suramérica, al este de la Cordillera de Los Andes.

P.N.Yacapana: en este Parque se encuentran importantes afloramientos de rocas ígneas, considerados muy antiguos ya que datan del Precámbrico, tiempos en que aún no existía vida en el planeta. Respecto a su vegetación, se desarrollan extensas sabanas con especies únicas a nivel mundial, asociadas a vastas regiones selváticas.

P.N.Duida-Marahuaca: está constituido por los dos tepuyes que le dan su nombre y al igual que los parques Jaua-Sarisariñama, Serranía La Neblina y Yacapana fue decretado el 12 de diciembre de 1978, para proteger diferentes regiones y recursos ubicados al sur del Orinoco. Interesantes especies endémicas caracterizan las cumbres de estos dos macizos cercanas a los 3.000 m. de altitud, además de la exuberante selva que los rodea. Al igual que en los Parques anteriores la fauna es muy variada y típica de las selvas amazónicas, donde destacan el tigre, la danta, varias especies de monos, las nutrias, y una singular variedad de aves.

P.N.Parima-Tapirapecó: con sus 3.420.000 hectáreas, es el Parque más grande de Venezuela y 5to del mundo. En este vasto territorio al sureste del Edo. Amazonas, colindante con el P.N.Serranía de La Neblina y la frontera de Brasil, se encuentran importantes comunidades de la etnia Yanomami seriamente amenazadas por la civilización occidental.

Además contiene las nacientes del río Orinoco, vital eje fluvial de la región.

Entre los Monumentos Naturales destacan:

Cerro Autana: imponente torre de arenisca ubicada al noroeste del Edo. Amazonas. Este tepuy presenta próximo a su cumbre un conjunto de cuevas que lo atraviesan de lado a lado consideradas muy antiguas y espectaculares. Por otra parte, representa un importante símbolo en la mitología de las comunidades indígenas que habitan en su entorno, considerándolo montaña sagrada.

Piedra del Cocuy: está ubicada en el extremo sur del Edo. Amazonas. Esta enorme roca granítica de 400 m. de altura, a pesar de su escasa vegetación presenta un marcado endemismo.

Los tepuyes: Como consecuencia de los interesantes resultados obtenidos durante varias décadas de estudios de los elementos tepuyanos, éstos fueron decretados Monumento Natural en 1992 ??. Con este Monumento se protegen las cumbres de 25?? tepuyes, algunos de ellos fuera de los Parques Nacionales ya existentes.

El conjunto de Parque y Monumentos de la región protegen extensas áreas caracterizadas por elementos únicos o muy frágiles. Entre estos elementos destacan una fauna y vegetación rica en endemismos y vital para el equilibrio del planeta; paisajes y formaciones geológicas espectaculares; grupos étnicos sometidos a una enorme presión por la civilización occidental y, aunque parezca imposible a finales del siglo veinte, la Naturaleza guarda en estos parajes un mundo desconocido a los ojos de la humanidad.

PARQUE NACIONAL CANAIMA

El Parque Nacional Canaima fue creado el 12 de junio de 1962 (Decreto 770) con un área de 1.000.000 hectáreas que comprendían la región del cauce medio del río Caroní. El 1o de octubre de 1975 fue ampliado a 3.000.000 de hectáreas (30.000 Km2) incluyendo a la Gran Sabana y la Sierra de Lema, protegiéndose así toda la cuenca derecha del río Caroní, fundamental en la producción de energía eléctrica, por medio de la represa Raúl Leoni.

En la actualidad el P.N.C. tiene como linderos el río Caroní al oeste, el río Kukenan al sur, al este una línea entre el Troncal 10 (carretera Km 88-Sta. Elena) y la frontera con la zona en reclamación y al norte la Sierra de Lema.

El Parque fue creado para proteger importantes recursos hídricos de la región, vitales para la obtención de energía eléctrica para el país; además de proteger ecosistemas que, por sus paisajes, vegetación y fauna, son únicos en el mundo. En estos ecosistemas, particularmente en la cumbre de los tepuyes, se encuentran muchas especies endémicas, exclusivas de estos ambientes.

El Parque ha sido dividido en dos regiones administrativas, el Sector Oriental que comprende a la Sierra de Lema y la Gran Sabana, y el Sector Occidental que correspon de a la cuenca media del río Caroní, donde se encuentran el Auyantepui y la Laguna de Canaima (Fig. Plano). Esta última localidad fue bautizada así por Charles B????? en 1941 y le da el nombre a todo el Parque.

El Sector Oriental o Gran Sabana se caracteriza por un paisaje de lomas u ondulaciones cubiertas en su mayoría por sabanas, que le confieren su nombre. La sabana se ve interrumpida por algunos parches de selva y bosques de galerías en torno a los ríos. En el horozonte se levantan majestuosos los tepuyes, maravillas geológicas que albergan en sus cumbres una gran variedad de formas de vida peculiares, características de estos ecosistemas. Impresiona de la Gran Sabana la infinita panorámica (en ocasiones, de varias decenas de kilómetros) ofrecida por lo suave del relieve y las diferencias de altura, a lo largo de su recorrido.

Entre los principales atractivos destacan los imponentes saltos de agua, como el Aponwao o Chinak-merú, el Kamá, el Torón, el Karuay, Quebrada Pacheco o Arapán y la hermosa Quebrada de Jaspe, también conocida como Kako-parú. Además son muy atractivas para visitar las comunidades indígenas y misiones, como Paraitepui, San Francisco de Yuruaní, San Ignacio de Yuruaní, Kavanayen, Santa Elena de Uairén, etc. Aunque los tepuyes se aprecien a la distancia es posible disfrutar de la majestuosidad del Roraima al acercarse a Paraitepui, la localidad más próxima.

 

GEOLOGIA

El origen el planeta Tierra data de aproximadamente 4.500 millones de años (M.A.). Se tiene conocimiento de rocas existentes desde hace 3.500 M.A., lo que permite suponer la existencia de una corteza bien definida para esta época. El Escudo de Guayana data de estos tiempos, por lo que las rocas que lo conforman están entre las más antiguas del planeta (Fig. SECUENCIA o esquema de los Escudos). Estas rocas las podemos apreciar en la región de Guri, Caicara del Orinoco y Piedra de la Virgen (Foto).

Según la concepción actual de la evolución de la corteza terrestre, existía a finales del Paleozoico (250 M.A.) una gran masa continental llamada Pangea (Fig. SECUENCIA), conformada por los actuales continentes. Este gran continente contenía dos partes: Laurasia al norte, que contenía a América del Norte, Europa y Asia; y al sur Gondwana, incluyendo a América del Sur, Africa, Australia, India y Oceanía.

Teoría de Placas Tectónicas. (Wegener 1910).

La evolución de los continentes se fundamenta en la teoría de placas tectónicas. Esta teoría plantea que la corteza terrestre se comporta como cuerpos sólidos (placas) y de menor densidad que el manto, capa más profunda formada de rocas fundidas, sobre las que la corteza terrestre flota (Fig. Corte del planeta).

El flujo de materiales del interior de la Tierra hacia la superficie genera fuerzas sobre la corteza que se traducen en fallas, fricciones y movimientos de las placas. La acción continua de este fenómeno ha tenido como consecuencia la configuración actual de los continentes y océanos.

Antes de separarse América del Sur de Africa se depositó sobre el Escudo Guayanés una enorme cantidad de sedimentos, en su mayoría arena, provenientes de un río que tenía su delta en el norte de Gondwana (Fig. SECUENCIA), hace aproximadamente 1700 M.A.. Como el ambiente de sedimentación fue un delta, junto con lagunas costeras, canales, etc., los materiales traídos por las aguas se depositaron de manera laminar, en estratos horizontales.

La separación de estos dos continentes culminó hace unos 120 M.A., quedando (en la actualidad) parte de estos depósitos al noroeste de Africa y el resto en el noreste de Suramérica. Estos sedimentos se consolidaron dando origen a una gran meseta conformada por la superposición de estratos horizontales (Fig. SECUENCIA). A estas rocas se les denomina arenisca.

Debido a las intensas precipitaciones y los cambios climáticos durante 1.500 millones de años, la erosión fue removiendo rocas y arenas de las regiones más fracturadas, creándose valles internos y mesetas aisladas. Las grietas son en su mayoría verticales, por lo que al removerse las rocas a través del agua quedan expuestas enormes paredes dando la forma tabular a los tepuyes (Fig. de cambios climáticos y fracturación).

El material removido (rocas y arenas) ha sido depositado al pie de los tepuyes (Fig o Foto de perfil de tepuy, señalando las cuatro zonas) o arrastrado por los ríos a la sabana o regiones aún más distantes. El paisaje de suaves lomas y explanadas que observamos en la Gran Sabana se debe al modelado durante millones de años de los depósitos que existen sobre el Escudo, al erosionarse las áreas más débiles de la antigua gran meseta.

Es probable que tepuyes como los que apreciamos en la actualidad existan desde hace 70 millones de años, es decir, desde la Era de los Dinosaurios. Por lo tanto, la Gran Sabana es uno de los paisajes más antiguos del mundo.

 

 

 

CLIMA

El clima del Sector Oriental está primordialmente determinado por la altitud de la región y la presencia de los vientos Alisios del noreste. Estos vientos vienen desde el Oc. Atlántico Norte evaporando enormes cantidades de agua, a su paso por las Guayanas no encontran ningún accidente orográfico que favorezca la precipitación. Es al llegar a la Gran Sabana cuando estas masas de aire se ven obligadas a ascender por la presencia de los tepuyes, se condensan, lo que genera una intensa nubosidad y precipitación. En la Gran Sabana se presenta una estacionalidad menor, respecto a las sabanas llaneras. La sequía se restringe a 3 o 4 meses del año (diciembre-abril), aunque la elevada humedad relativa y algunas precipitaciones hacen de este período seco, un período parcialmente húmedo.

Las régimen de precipitaciones presenta dos gradientes, uno de norte a sur y el otro de este a oeste. El primero (N-S) varía desde unos 2.000 mm. anuales al norte de la Gran Sabana, hasta más de 4.000 mm. en la zona de Icabarú. El segundo gradiente (E-O) varía desde 1.500 mm. al este de la Gran Sabana hasta 4.000 mm en la región del macizo de Chimantá.

Por su parte, la temperatura está determinada por las alturas. En general, el clima de la Gran Sabana es mesotérmico, con valores de temperaturas entre los 15 y 20º C, como media anual, pero puede alcanzar mínimas de hasta 5º C en la zonas próximas a la Sierra de Lema y máximas que superen los 30º C.

Los tepuyes presentan temperaturas aún más bajas, pudiendo llegar cercanas a los 0º C, pero su promedio anual es de 10º C.

 

 

 

 

 

 

 

FAUNA

La fauna del sector oriental del P.N.Canaima puede ser diferenciada en tres grupos según sus habitats. Estos son: la sabana, el bosque y la cumbre de los tepuyes.

Sabanas.

La fauna que habita en las sabanas es muy escasa, tanto en especies como en número de animales, característica que contrasta con la abundancia y riqueza encontrada en los Llanos centrales del país.

Estas sabanas son muy pobres en elementos nutricionales y de baja productividad, por lo que son pocos los vertebrados que pueden alimentarse directamente de ellas. Gran parte de los vertebrados de este ecosistema se alimentan de insectos , o de depredadores de éstos, por lo que este grupo de invertebrados constituye un elemento fundamental en la base de la cadena trófica.

En ocasiones algunos habitantes del bosque pueden encontrarse en la sabana, sin embargo los vertebrados más característicos de la sabana son:

Mamíferos: oso hormiguero, zorro guache o coatí.

Aves: zamuros, oripopos, caricare encrestado, perico cabeza azul, guacamayas,etc.

Reptiles: anaconda o culebra de agua, coral macho, rabo amarillo, cascabel, cuaima piña, babo negro, lagartija negra, bejuca, sabanera rayada, etc.

Bosque.

Los bosques son más ricos en especie animales que la sabana. Esto puede deberse a la mayor diversidad vegetal (mayor variedad de alimentos) y a la protección que ofrecen de la actividad de caza. Si los comparamos con los bosques de tierras bajas, encontramos muchas especies en común, pero en menores cantidades. Esto puede corroborar la pobreza de los suelos de la Gran Sabana y la acidez de sus aguas.

Mamíferos: tigre, cunaguaro, nutria gigante, pereza, zorro cangrejero, mono araguato, mono viuda, lapa, picure, murciélagos, armadillo gigante o cuspón, rabipelado, etc.

Aves: campanero, tángara siete colores, gallito de las rocas, ??

Reptiles: tragavenado, cascabel del roraima, mapanare, boa tornaso, cuaima piña, morrocoy selvático, camaleón sabanero, falsa coral.

Cumbre de tepuy.

A diferencia de la sabana y el bosque, en los tepuyes se encuentran animales muy autóctonos de estos ambientes. En ocasiones son tan particulares de uno o algunos tepuyes, que resultan ser endémicos, es decir, no se encuentran en otro lugar del planeta. Esta situación es más marcada entre las aves, los anfibios y los reptiles; los mamíferos y los peces son escasos o están ausentes de algunas cumbres. La fauna de los tepuyes coincide con la del resto de la Gran Sabana en lo relativo a la baja densidad, debido a lo riguroso del clima y la escasa disponibilidad de nutrientes.

Mamíferos: zorro guache (Foto), danta, oso melero, murciélagos, rabipelado y un ratón endémico del Roraima del género Podoxymys.

Aves: Entre las aves existen muchas especies endémicas de los géneros Zonotrichia (correporsuelo) (Foto), Diglossa (diglosa), Polytmus (colibrí de tepuy), Atlapetes (atlapetes montañero), etc. Además se encuentran el gavilán tejé, guácharo, aguaitacamino del Roraima, la becasina paraguaya y una gran diversidad de colibríes, entre otras aves.

Reptiles y Anfibios: Los reptiles están escasamente representados en las cumbres de los tepuyes, se han reporatado algunas lagartijas y culebras, que por lo general, también se encuentran en los bosques circundantes. Los anfibios, por el contrario, muestran un marcado endemismo, especialmente entre los sapos y ranas. Entre los más conocidos destaca el sapito del Roraima (Foto), de diminuto tamaño, negro y de lentos movimientos perteneciente al género Oreophrynella. Otros géneros reportados son Stefania, Hyla, Otophryne, etc.

 

 

 

 

VEGETACION

Uno de los principales atractivos del sector oriental del P.N. Canaima es la variedad de ecosistemas que se observan, evidenciados fundamentalmente por la vegetación que los cubre. Esta diversidad ecológica puede ser dividida en siete grandes tipos de vegetación (Fotos de cada una de ellas):

Selva: ocupa la franja inferior de la Sierra de Lema y de los principales macizos montañosos. Se caracteriza por una elevada densidad y altura, superando los 30 m. Las epífitas y lianas son poco frecuentes, el sotobosque es escaso debido al dosel cerrado y homogéneo que generan los árboles más altos. Suele existir por debajo de los 600 m.s.n.m. y con una temperatura media anual de 20-22º C.

Bosque Nublado: los tepuyes y montañas del sector oriental constituyen la primera barrera geográfica con que tropiezan los vientos Alisios del noreste cargados de agua. Este fenómeno tiene como consecuencia una elevada precipitación durante casi todo el año en los lugares ubicados por encima de los 800 m.s.n.m., existiendo una breve sequía de pocos meses y una temperatura media anual de 15 a 20 º C. Estas precipitaciones (superiores a los 2.000 mm anuales), además de la intensa nubosidad, generan bosques muy húmedos y con abundancia de epífitas. Además presentan un sotobosque denso, en donde están presentes palmas, heliconias, helechos arborecentes, musgos, etc.

Sabanas: su enorme extensión le dan el nombre a esta región. Se extiende desde la porción superior de Sierra de Lema hasta la frontera con Brasil. Su homogeneidad se ve interrumpida por algunos arbustales que crecen sobre la roca y por algunos parches de bosque. Aunque las sabanas parecen homógeneas existen diferencias importantes según las características del suelo donde se desarrollan, estas diferencias pueden ser apreciadas por la variedad de especies, por la altura alcazada por la vegetación, la densidad, etc. Las familias más frecuentes son las gramíneas y ciperáceas.

En algunas localidades cercanas a la carretera (p. ej. Kamoirán) pueden apreciarse troncos de árboles quemados de manera aislada, dentro de la sabana. Estos a pesar de parecer ser víctimas recientes del fuego pueden tener más de 50 años en pie, ya quemados, este fenómeno se debe a la lenta descomposición de la materia orgánica en algunos ecosistemas del Parque.

Herbazales: pero en los ambientes innundables o turberas pueden dominar especies que a distancia también parecen graminosas, sin embargo se trata de especies pertenecientes a las familias rapatáceas, xiridiáceas y bromélias terrestres. En estos ambientes dominan las Stegolepis, Brocchinia y Orectanthe, géneros típicos de la flora tepuyana que coexisten en la sabana.

Morichales: En las regiones inundables de los valles bajos de los ríos Kukenán y Yuruaní (próximas a Santa Elena) se encuentran extensos morichales, formados por la palma Mauritia flexuosa, similares a los encontrados en los llanos, con la diferencia de que éstos están a más de 800 m.s.n.m., casi la altitud de Caracas.

Arbustales: En la Gran Sabana, particularmente entre los 1.000 y 1.300 m de altitud, se encuentran a manera de islas, asociaciones arbustivas creciendo generalmente sobre suelos rocosos o muy arenosos. Las especies que componen estos arbustales suelen presentar hojas coriáceas, muy duras, que les ayudan a sobrevivir en lugares con muy poca agua en el suelo y escases de nutrientes. Entre las plantas más vistosas destaca el copey (representado por varias especies del género Clusia), una especie de Bonnetia género muy frecuente en los tepuyes, y en general arbustos de flores muy vistosas.

Flora de los Tepuyes: La vegetación de estos ambientes está expuesta a rigurosas condiciones climáticas que varían desde intensas precipitaciones a una elevada radiación solar en días despejados, unidos a fuertes vientos, escases de nutrientes y bajas temperaturas. Por ello, cerca del 15% de la flora tepuyana es endémica de estos parajes, y en general las plantas presentan notables modificaciones o adaptaciones para sobrevivir. Los tepuyes de la Gran Sabana se caracterizan por tener sus cumbres dominadas por superficies rocosas, limitando la presencia de las plantas a las grietas y hendiduras de la roca, ya que en estos lugares suelen acumularse suelos incipientes que favorecen su desarrollo.

Esta característica se traduce en un paisaje de "islas" o parches de vegetación, donde la especie Bonnetia roraimae constituye el elemento leñoso dominante en los bosquecillos, junto a especies de las familias Araliaceae, Ericaceae, Compositaceae y Rubiaceae. En los lugares donde la roca es más expuesta se forman "islas" dominadas por plantas herbáceas, bromelias, rapatáceas, xyridáceas, etc. Pero quizás el aspecto más interesante de la flora de los tepuyes es que el color negro-azulado de la roca se lo da la cobertura de un alga azul denominada Stigonema panniforme, ocultándose el verdadero color de la roca blanco-rosado.

La gran cantidad de endemismos, tanto de plantas como de animales, y su alta frecuencia de aparición permiten suponer que existen muchas formas de vida aún por descubrir y estudiar.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

CONSERVACION

La Gran Sabana es una región única en el mundo, no sólo por su paisaje geomorfológico, en ella además existe una enorme cantidad de especies de flora y fauna endémicas, que sólo pueden ser apreciadas en este ambiente.

Paralelamente, la Gran Sabana es vital para el desarrollo del país. En primer término porque, en esta región nace el río Caroní, principal tributario del Complejo Hidroeléctrico del Caroní (Foto), conformado por las centrales Raúl Leoni, Macagua I, Macagua II y Caruachi. Este enorme complejo suministra el ??% de la energía eléctrica de Venezuela. En segunda instancia, simultáneamente es una fuente de ingresos al país a través de la intensa actividad turística que en ella se realiza, tanto por venezolanos como por visitantes del extranjero.

Basados en estos atributos, el Ejecutivo Nacional incorporó a la Gran Sabana y la Sierra de Lema al Parque Nacional Canaima en 1975, para garantizar su conservación y manejo. Para lograr estos objetivos se han desarrollado diversos programas y operativos a través de INPARQUES, C.V.G. (Edelca), Gobernación del Edo. Bolívar, grupos no gubernamentales como el GIDA-UCV, Amigransa, Fundación Canaima, etc.

Del conjunto de programas y operativos destacan el Plan de Prevención y Combate de Incendios implementado por Edelca desde 1981 (Foto), en conjunto con las comunidades locales; los operativos realizados principalmente durante las Semanas Santas, épocas de mayor afluencia, por diversas organizaciones como el Gida, C.V.G., Inparques, Dirección de Turismo (Edo. Bolívar), Amigransa y demás grupos en su mayoría voluntarios; y el programa de recuperación y reforestación de las áreas afectadas por la pavimentación de la carretera, implementado por la estación experimental de C.V.G.-Parupa (Foto).

Las enormes dimensiones del Parque Nacional Canaima y lo frágil de sus ecosistemas han requerido de la participación de numerosas instituciones para su cuidado y control, sin embargo debe ser la actitud conciente de los visitantes (Foto basura) y pobladores del Parque la principal garantía de su preservación para el disfrute de la Humanidad.